Proyectión privada

De Rémi De Vos – Traduction de Gilbert Rouvière – 2016

Mise en scène de Gilbert ROUVIÈRE

Un espace pictural
Un salon. Apparemment bourgeois.
Un sofa, visiblement confortable.
Un écran Plasma, de taille conséquente. Il est le centre de la tension, il est le centre de l’attraction. Il est le personnage principal.
Les autres personnages ne peuvent que le regarder.
L’espace plus que réaliste, est hyperréaliste.
L’endroit est lourd, sombre, presque pesant.
C’est un ventre, dans lequel on vient se réfugier, s’oublier.
Minimal quant à l’ameublement. Tout y est fait pour seulement regarder la télé.
Les couleurs des murs sont sombres. Il n’y a pas de lumière du jour. Nous sommes dans un endroit irréel presque fantastique.
L’univers plastique oscille en David Lynch et Erwin Olaf.

Un espacio pictórico

Un salón. Aparentemente burgués. Un sofá, visiblemente cómodo. Un ecran plasma de un tamaño importante. Este es el centro de la tensión, el centro de atracción. Este es el personaje principal. Los otros personajes no pueden sino mirarlo. El espacio más que realista, es hiperrealista. El ambiente es pesado, oscuro, casi opresivo. Es un vientre, al cual uno viene a refugiarse, a olvidarse. El mobiliario es mínimo. Todo está hecho solo para mirar la televisión. El color de los muros es oscuro. No hay luz natural. Estamos en un lugar irreal casi fantástico. El universo oscila entre David Lynch y Erwin Olaf.

Gilbert ROUVIÈRE

Notes de mise en scène

Le texte de Rémi De Vos peut apparaître comme une simple charge contre la télévision et le monde des images par lequel nous sommes submergés. A la seconde lecture cela ressemble à un slogan critique des situationnistes « ouvrez les yeux fermez la télé ». C’est drôle, parfois hilarant, quelquefois absurde. Mais comme toujours chez Rémi De Vos, il y a plus que cela….
Derrière cette comédie allumée, il y a cette « inquiétante étrangeté » chère à Freud. Cette notion de familiarité avec ce à quoi nous assistons, et en même temps une béance, une révélation désespérée de l’état l’homme dans le monde d’aujourd’hui, c’est à dire sur nous-même.
Tout y est empreint de tragique.
Un homme rentre chez lui accompagné d’une fille qu’il a « ramassé » dans sa soirée.
Sa femme est là fascinée par la télévision. Lui, ne sait plus comment s’appelle sa femme.
Elle ne veut pas qu’on touche à sa télé. La fille, elle essaye de comprendre, de recoller les morceaux.
Ces trois, l’espace d’une nuit, vont cohabiter. La femme devant sa télé et les deux autres dans la chambre à coucher. Chacun armé de sa névrose, il vont passer de l’autre coté du miroir.

La fin sera sanglante : « la télévision est un long fleuve tranquille ».
La première image doit être rassurante : une femme, seule alanguie dans un canapé confortable, face à une télévision dont nous ne voyons pas l’écran. C’est un salon, ou une salle de télé, il n’y a rien d’autre. Papier peint fraise écrasée aux murs, deux portes, une fenêtre (faite de 4 écrans vidéos). Cela pourrait paraître un espace pour une comédie de boulevard, mais c’est le lieu du tragique. L’esthétique navigue entre David Lynch et Erwin Olaf. Un hyperréalisme fantastique.
Le jeu doit être de cette même nature.
Les personnages sont comme en état de manque, rongés de l’intérieur. Le vide les pousse à s’agiter.
Les corps sont contraints, bloqués comme dans des représentations photographiques de leurs sentiments. «Jusqu’ici tout va bien», doit être la ligne de conduite pour l’interprétation. Les personnages passent de scènes en moment sans jamais se rendre compte qu’ils glissent vers la fin. Dotés d’une mémoire poisson rouge, ils essayent de vivre, le moins mal possible, les situations qui les assaillent.

Notas para la puesta de escena

Rémi de Vos, heredero de Ionesco y de Shakespeare, nos ofrece una historia alrededor del tema de la televisión.
El autor nos habla con el humor incandescente que lo caracteriza, de la « pequeña pantalla », y de la relación que tiene el espectador con ella. Más que una critica social, es una mirada sobre la humanidad, y sus debilidades.
Es un cuento sobre le deshumanización, a través del cual, Remi De Vos, solo describe la realidad, para luego solo acentuar el diseño.
La potencia de su escritura, además del trabajo sobre los personajes, se caracteriza por una aparente simplicidad.
En su mundo loco y delirante, todo lo que se dice y se hace, parece normal, todo parece evidente, cuasi banal.
Proyección privada, nos cuenta cómo en la violencia de la sociedad, cómo frente a el aislamiento de cada uno, cómo en la dificultad de entender este mundo, la televisión se puede transformar en una aparente solución. La televisión percibida como la vida real, como una vida ideal y verdadera. La televisión descrita como un mundo en el cual se puede entrar, como Alicia en el país de las maravillas, tras el espejo. La pequeña pantalla como el espejo de si mismo.
Esta obra es como un sueño. Todo parece normal, y al mismo tiempo parece extraño.
La obra acaba como un cuento fantástico. La televisión toma el poder para envenenar a « los malos ».
Para actuar una obra así, se necesitan actores de alto nivel, para respetar tanto el ritmo y la musicalidad, como la agilidad y la virtuosidad contenidas en esta obra.
Cualidades indispensables que caracterizan una comedia: ritmo, música y más que sentido del humor, locura.
Más que graciosa la obra es una locura, con mucha fantasía, con una mirada cáustica, con un sentido del efecto y de los textos, que hacen de Remi de Vos, un dramaturgo universal.


Pantallas, pantallas y más pantallas


El espacio tiene que ser abstracto. Sin ninguna anécdota. Un Sofá desde el cual se mira la televisión. Una televisión de la cual solo se ve la luz y se escucha el sonido. Del departamento solo ha sobrevivido el volumen. Las paredes no existen. Son materializadas con rayos, como un plano de arquitectura. Las puertas tampoco existen. Solo quedan las líneas como si el mundo se hubiese trasformado en una abstracción. Hay dos ventanas. Testigos, de otro mundo, del exterior. Estas ventanas son dos pantallas, en las cuales pasa el tiempo
(cielos, día y noche). En este campo mental, están los personajes, en la mitad de un desorden total, Objetos y más objetos. El piso y las líneas del plano son blancos.

Petit résumé d’une histoire simple

Quatre personnages : La femme addict à la télévision, l’homme, son mari, la fille, et la télévision.
Le personnage central est la télévision, toujours allumée (sauf dans une scène), elle provoque une fascination quasi permanente des trois autres personnages.
Nous découvrons aussi que toute relation entre les trois autres passent par le téléviseur. Ils se désirent, se détestent, s’insultent.
Pendant la Nuit la femme est “adorant dieu”, fascinée regardant le petit écran. L’homme arrive, accompagné d’une fille passablement éméchée.
Nous comprenons que le couple ne fonctionne pas très bien, que leurs liens sont “distendus”, il ne se rappelle pas du nom de sa femme ou se trompe sur le nombre d’enfants qu’ils ont… Qu’en fait ils vivent en s’ignorant.
Elle accepte qu’il vienne à la maison avec une fille.
Ils semblent vivre leur vie comme si ils étaient des personnages de série.
La Nuit passe ainsi. La femme face à son téléviseur, le marie et la fille dans la chambre.
Et le jour aussi.
Les trois partagent le salon, le téléviseur et la cuisine.
Les deux femmes se découvrent une connaissance parfaite de la psychologie des personnages des séries télévisés.
Mais le drame n’est pas loin !!! Le téléviseur a failli tomber en panne….
Fausse alerte. Reviens l’ordre avec la lumière bleue et les images.
Fascinés et tranquilles, ils passent la journée. Ils sont heureux.
Une autre Nuit s’approche.

Pequeño resumen de una historia sencilla

Cuatro personajes: La Mujer, adicta a la televisión, El Hombre, su esposo, La Chica, y la televisión.
El personaje principal es el televisor. Siempre prendido (salvo en una escena), exacerbando una fascinación casi permanente de los otros tres personajes. Alrededor, descubrimos que cualquier relación entre los otros pasan por el televisor. Se desean, se odian, se insultan o
simplemente se miran gracias y a través de él. Una noche ella esta (obviamente) “adorando a dios” fascinada, el llega, con una joven, bastante borracha. Entendemos que la pareja no funciona cuando él no se el acuerda del nombre de su esposa, o se confunde sobre un
hijo que no tienen… se ignoran. Ella acepta que el llegue con una chica. Parece que asumen la vida como si fueran personajes de telenovelas.
Y la noche pasa así. La mujer frente al televisor. El esposo y la chica en el cuarto. Y el día también. Los tres comparten el salón, la cocina y por momentos la televisión. Las mujeres comparten un conocimiento perfecto de la psicología de los personajes de las telenovelas. De pronto el drama estalla: ¡casi se malogra el televisor! ¡Mujeres al borde de la crisis de nervios! Pero, regresa el orden, la luz azul y las imágenes. Fascinados y tranquilos, así se pasan el día. Como felices. Y la noche llega nuevamente. Ella se dispone a cocinar. Es un regalo para su esposo y la chica.
Sentados frente al televisor. Listos. El esposo y la chica comen.
EL -Tiene un sabor raro este plato. LA CHICA -Es verdad, tiene un sabor raro este plato. ELLA -Quizás le he puesto demasiado picante EL -Picante como para despertar un muerto.
Envenados. El y la chica mueren, quemando por dentro, en el sofá. Sentados a cada lado de ella.
Ella, feliz, por que empieza otra telenovela y podrá verla por fin en paz.

DISTRIBUTION

Miguel Iza
Jimena Lindo
Norma Martínez

ÉQUIPE DE CRÉATION

Mise en scène et scénographie | Dirección y escenografíaGilbert Rouvière
Lumières | Diseño de luzMario Raez
Costumes | VestuariosKarin Elmore
Production | ProducciónLa Oveja Negra